A veces nos perdemos y tardamos mucho tiempo en volver a encontrarnos. Nos acercamos al mar y vemos cómo el crepitar de las olas que rompen su formación contra la arena de la playa nos convocan a zambullirnos y olvidarnos de todo.
Sin embargo, siempre aparece un faro. A lo lejos. A veces pequeño y casi invisible, a veces sin luz. De todas formas, ahí está, y es nuestra tarea buscarlo, reavivarlo y salvarnos de la tempestad.
Disfruten esta nueva música que hice. Que tengan un buen día.
G.-
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