domingo, 5 de abril de 2020

Acordes con Séptima

¡Buenas! Acá les comparto la partitura con el cifrado en PDF para que la puedas descargar y tocar, solo tenés que ingresar al vínculo de Drive que figura acá abajo:







Y si aún no viste el video, acá te lo dejo:





¡Gracias por mirar!


G.-

miércoles, 1 de abril de 2020

Supón o Imagina. O acerca de cómo nos salta el cipayo de adentro pegándole a los nuestros.

Terminó Marzo de 2020. Por lejos, viene siendo el Marzo más polémico en mucho tiempo. Pandemia acá, Pandemia allá, Pandemia para Todos y Todas. Hace algunos años con Panta Rhei cantábamos una canción cuyo último verso decía "...ya no queda dónde huir". Dicho y hecho. No quiero pensar o decir que nos adelantamos; solo quiero recordar que lo indecible ni siquiera es imaginable.

La reclusión obligada (antes voluntaria, de parte de muchos que quisieron ganar la mayor cantidad de tiempo posible), ha transformado nuestras vidas en un circo mediático palpable, porque ya no solo está en la Tele, en los diarios, en los portales de internet o en la historia de Instagram que acaba de subir un "conocido" que tenés EN ESTE PRECISO MOMENTO (porque de eso se trata la Instantaneidad) en la otra parte del Globo, en la Italia que se desangra, en la India que deja de gritar, en el Brasil que no sabe a qué ritmo bailar, en el África subsahariana que se convierte en un bien preciado, porque parece que a los pobres este bicho dice "no les caigo". Está en el supermercado, al que vas casi al galope, mirando para un lado y para el otro, sospechando de todo el mundo, sospechando de vos o preguntándote "¿de qué carajo sospechamos?" (aunque, sí, la primera pregunta debiera ser "¿sospechamos de algo?", pero la evito porque sino me cortan el chorro. No sean malos).

Sigo. El encierro me parece algo tiernamente preparado. No, no voy por la canaleta de la conspiranoia. Solo divago un poco sobre lo obvio: de un tiempo a esta parte (¿cinco?, ¿diez?, ¿quince años?), el aparato mediático - fílmico ha recrudecido su bombardeo audiovisual y ha plagado las salas de los cines (y livings de las casas - Netflix mediante) con una y otra, y otra, y otra película sobre el fin del mundo. Que los Mayas, que Nostradamus, que el Anticristo y la mar en coche. Bueno, muchachos, no va a ser el fin del mundo (y dejenme sospechar acerca de que tampoco ocurrirá lo que muchos deseamos, que es la vuelta férrea del Estado, como esas locomotoras gigantes y robustas que exportábamos durante el "primer" Peronismo).

Me tomo una serie de licencias poéticas y políticas para decir que todos caímos en la misma bolsa. Y me las tomo, porque todos en este momento se las quieren tomar. Y se las quieren tomar en más de un sentido: se quieren rajar, pero no hay a dónde; se quieren bajar un vino, pero el chino del barrio tiene todo vendido; se quieren tomar las licencias de hacer TODO LO QUE SIEMPRE DICEN QUE QUIEREN HACER Y AHORA NO HACEN PORQUE QUIEREN IR A TRABAJAR Y A ESTUDIAR. ¿Quién te entiende, maestro?

Esta semana el tema fue este: SUPÓN. Una suerte de transliteración poética (poco acertada, seguramente) de la canción Imagine, de Lennon. Sobre esto, quiero decir varias cosas:

1) Córtenla con hacer Imagine. Está más quemada que la Catedral de Notre Dame o que el Amazonas.

2) Seguimos creyendo que tenemos que seguirle la corriente a lo que hacen en el Norte, cuando está demostrado que cuando actuamos por nuestra cuenta (incluso adelantándonos a los hechos), nos resulta mejor. Una revista Porteña (sí, Porteña, porque es de la Capital), reza como epíteto "Una solución europea para los problemas de los Argentinos". Sí, es irónico. Pero a eso voy, justamente. Si pensamos soluciones Nuestras para Nuestros problemas, veremos que son más efectivas que aplicar Recetas foráneas a Problemas domésticos.

3) o 2.1) Basta de aplicar la fórmula "yo hago ravioles, ella hace ravioles". Tenemos miles de obras en nuestro cancionero popular para hacer. Y no es nada en contra de Lennon. Todo bien. Pero para eso hagamos Inconsciente Colectivo de Charly. ¿Quemada? Sí. Pero es nuestra. Vale doble.

4) Muchos, artistas y no artistas en general, músicos y no músicos en particular, se sumaron a la catarata de bardeadas y memes en contra de la versión argenta de Imagine, es decir, de "Supón". ¿Desafinan? Varios sí. ¿No tienen sentido del ritmo? Varios no. ¿La traducción va para atrás? Pues, claro. En la versión yankee también pasan esas cosas. Pero obviamos esa parte.

5) Ahora bien, ¿esto se trata de que somos muy piolas y tenemos la "hermosa capacidad de reirnos de nosotros mismos"? No. Se trata más bien de que tenemos instaurado en nuestro Sentido Común que lo que hacemos Nosotros Mismos, por el simple hecho de hacerlo Nosotros, es peor. Y ya sé, chispita, qué vas a decir: "¡No, pero no pienso eso con todo!". Pues... lo dejo a tu criterio, diría Karina.

Pensalo de verdad un momento: vos mismo, sea cual sea la actividad que desarrolles, cuando ves a un compatriota (de la Patria chica o de la Patria Grande) que está "levantando cabeza" (es decir, destacándose por entre los demás por "X" motivo), tendés más a pensar que es una cagada lo que hace y no lo contrario. La "envidia" que podés llegar a sentir en realidad se llama Colonización Cultural. Así de corta, amigue.

6) En nuestra crítica acérrima, desmedida y hasta ocurrente de "Supón" nos comemos una doble curva, muchaches:

     A) No vemos que podemos hacer otra cosa distinta a la que hacen en el Norte. En vez de producir, buscamos destruir lo que otros pares crearon. Sea bueno o no el producto artístico. Sea una gloria o un fiasco (porque ya ni eso nos tomamos el laburo de diferenciar).
     B) Reforzamos el sentido de Lo foráneo = superior contra la idea prima de Lo propio = posiblemente bueno. Y ATENCIÓN con las palabras que usé, porque no fueron puestas al boleo. No asumimos per se que lo Nuestro por ser Nuestro es mejor. Sino que LE DAMOS LA CHANCE (mirá vos, che, a lo que tenemos que estirarnos para rasguñar algo), le damos la chance de entrar en los cánones / categorías / nomenclaturas de lo Posiblemente Bueno.




Sí. Parece que escribo desde la bronca o desde algún rincón de la Negatividad Positiva (aclaración innecesaria; perdoná, Dussel). Sin embargo, lo escribo desde los sesos hasta los huesos. Porque vivimos quejándonos. Nos quejamos de los adultos mayores del barrio que se la pasan reconociendo todo lo que ocurre en las cercanías (traducción = viejos chusmas) solo para convertirnos en ellos. Vivimos diciendo "ay, no hay mercado interno para esto o para lo otro" y nos encargamos TODA LA SANTA VIDA de aniquilar simbólicamente los laureles que supimos conseguir.

Y acá es donde nace la cipayeada. La "vendepatries". Son algo más que categorías políticas. Son modos de vida instaurados, asumidos, aceptados. Y por lo tanto, son hegemónicos. Y eso, para todos nosotros, para vos, para mí, y para el vecino de la vuelta, es un problema. Porque esa misma concepción de Lo Otro como un Alter Ego Superior a Nuestro Yo, lo único que provoca es una Negación de lo Propio con pretensiones de Universalidad. Traduzco: creer que hay un Otro que siempre es mejor que Nosotros, no nos permite Ser Nosotros Mismos, porque creemos, justamente, que no podemos Ser y que tenemos que depender del Ser de ese Otro.

No estoy defendiendo ni salvando a los artistas que participaron de la versión castellana de Imagine (que para colmo no son cantantes ni músicos ni nada, y a los cuales se les exigen estándares que por la naturaleza de su profesión ni siquiera conciben). El producto no fue bueno. Punto y aparte. Lo único que intento dejar en claro es que ese, justamente ese, no es el tema principal. No es la contradicción principal que tenemos que sortear. El tema no es si Nosotros Podemos o No. Porque Nosotros Sí Podemos. Y lo demostramos a diario. El tema principal es, me parece, si seguimos pensando en que debemos Copiar o si nos calzamos los guantes y seguimos Creando. A partir de ahí, discutamos.

Y quedate en casa. No seas gil.

G.-