domingo, 26 de septiembre de 2010

Tara, tara, ta-tá. Chimpún.

Es el fin
de una comedia americana
un jardín, dos que se aman,
música para violín
luz de gas, el cielo es tan azul pintado,
la ciudad un decorado: vidrio, cartón y aserrín.

Ya se, dirán, es ilusión
es como el primer amor.
Hollywood está desierta,
tengo que volver al sol.

Quién querrá tu corazón de marquesina,
tu vejez, estrella en ruinas, rubia paseando en Rolls Royce.
Es el fin,
del infinito en cinerama
es el fin
de este programa,
tiempo de meditación.

Ya se, dirán, es ilusión
es como el primer amor.
Hollywood está desierta, tengo que volver al sol.
Adiós, adiós
París, New York.
Ves la tierra en que naciste, sos vos
tus películas no existen, adiós.

Ya se, dirán, es ilusión
es como el primer amor.
Hollywood está desierta, tengo que volver al sol.

("Canción de Hollywood", Serú Girán, La grasa de las capitales, 1979).


A veces no es necesario viajar o simplemente moverse para dejar de estar aquí y ahora. Tampoco es necesario consumir ningún tipo de psicosomático o estupefaciente. Necesario, no necesario, necesario, ni desojando pétalos eternamente podré alcanzar algún día el verdadero significado de Necesario. Es que es tan Todo, como tan Nada. Es como el Depende... ¿de qué carajo depende? No depende nada; no es necesario nada. O el también inexpugnable y poco discutido "a veces". Basta, por favor --> A veces todo depende de cuán necesario es expresar algo que llevamos adentro, bien adentro.

Son cuestiones, son necesidades, son menesteres, son Todo, son Nada, son Algo, son dependencias, son avecesismos, son, Son...son of a...

Pero calma muchachos, estemos tranquilos, no pasa nada nadie pasa, solo una banda militar...y a Hollywood le gusta lo militar, la fuerza bruta o la brutalidad hecha fuerza. Quién sabe cómo es todo realmente. Nos sentimos seres tan pequeños que ni ganas tenemos ya de preguntarnos sobre lo que nos rodea. Pero es tan fácil, tan simple y tan bello apreciar lo que hay a nuestro alrededor. No esas cosas que le hacen mal a la vista, como programas televisivos netamente chabacanos o noticiosos que no saben hacer otra cosa que secretar basura. Apreciar esas pequeñas situaciones: ese diálogo, esa mirada, ese beso, ese roce, esas manos tomándose, ese café compartido, esa lectura permitida, esos silencios estruendosos y profundos.


G.-

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