Es una cifra redonda, porque nos gusta todo lo que cierra (o todo lo que abre desde algún lugar conocido).
Nos gusta la sorpresa de todos los días: la de encontrarnos casi siempre con el mismo orden de cosas.
Nos gusta que cierre, otra vez, que sea concreto. Que cierre.
Sólo quiero abrir.
Para cerrar están las heridas.
Agua y sal, pues.
G.-
miércoles, 12 de agosto de 2015
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