lunes, 1 de noviembre de 2010



Basta por favor. Solo te pido que ya no me grites...
Sal de mí. Grítate. Vomítate.
Solo quiero oir tus alaridos los lunes por la madrugada, justo antes del deceso,
justo después de la muerte.
Solo vete.
Ya déjame.
Grita.
Gritemos.

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