miércoles, 25 de junio de 2014

Apariencia

La angustia no tiene fondo.

Los manuscritos están dispersos sobre la mesa. Las hojas forman una suerte de yenga embravecido que clama piedad a gritos. Los libros no son más que pelotones de infantería pesada dotados de desasosiegos infranqueables y penas lastimosas.

Las horas pasan y el reloj da las siete de la tarde. El sol ya cayó y la noche se hace presente como estela pura de olvido y de perdón. Perdón.

“El tiempo es un bien escaso”. Y a veces la gravedad es un mal necesario, para saber que aún tenemos los pies en la tierra y la cabeza en el aire.



Imagen: Gravedad zero. Nikolay Tikhomirov


G.-

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