sábado, 29 de noviembre de 2014

"Todos mienten"

A veces lo indecible sólo es imaginable...

Lo que decanta como tinta destilada son palabras y palabras. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos que esto que decimos es esto que estamos queriendo decir? Lo indecible no es más que la marca flagrante del pasado que vuelve una y otra vez sobre el presente de los mortales, tal como la bruma vuelve al mar tras el paso de las olas por la costa.

¿Qué es la belleza,
sino ese instante en el que se detiene la vida
cada vez que tus ojos se detienen en los míos
y ven que este mar de energía
no está más que sumergido
en el movimiento suave de tu boca?

Tan sólo la vida sabe vivir lo que tras la marea del Estigia queda. Los espíritus recogen cartón y lo llevan hasta un desarmadero de la dignidad, donde una máquina motora surge de la nada para desgarrar la vida - otra vez - y hacerla trizas contra la voluntad.

La voluntad.
La voluntad de verte y verte, en terrores, en aciertos, en playas y en Caseros. Ver para creerte, tocar para sentirte, estar para estarnos. ¿Dónde se inmolan las palabras que arrojamos al sol?

¿Qué se manifiesta?
¿Cómo lo hace?
¿Por qué?

La voluntad.
A través de la palabra y de la música.
¿Quién sabe?



G.-


domingo, 16 de noviembre de 2014

Amaneceres

Busqué en tus ojos una respuesta,
pero solo encontré mil verdades
de esas que calan hondo
como una gubia trabaja para mil ebanistas
y este terco ropero que piensa por mí
se aprisiona en la oscuridad.

No existo más que en sombras helicoidales,
no vivo más que para morir y renacer / siempre,
no pienso más que para dejar de pensar / te
taciturna e inquebrantable
tal como las montañas amenazan el avance del mar.

Dejé que mis lágrimas se confundieran con la lluvia
en el preciso instante en el que se asume la carga
de la divina / pulcra / y molesta exactitud
de ver el adormecimiento y el despertar del sol
desde un mismo lugar / siempre.

La luz del día
como las hojas corriendo delante del viento
y la oscuridad de la noche
como la serenidad de los árboles anclados al suelo / renace
la luz / la oscuridad / el viento / la serenidad /
los árboles caídos derraman su savia
tierna savia
sobre el pasto seco que amarra la vida / de un extremo
y la muerte / del otro
tal como mis manos se aferran a tu voz / alba.

G.-

domingo, 9 de noviembre de 2014

Callar

No es más que el silencio / inconmensurable
frío / tu lejanía
hace del día un letargo inaguantable
y yo te espero a esperanza completa
acribillo mis hojas con palabras
con el recuerdo perentorio
de tu boca suave / de almíbar
como de tu existir mi valía cumple
cien recados de ida y vuelta
de puerta a puerta / abiertas
de mi corazón a tus manos /
luz del alba cenicienta.

G.-