jueves, 28 de octubre de 2010

Hecho

Walkiria erótica
que te me dibujas de ensueño,
chisporroteando por doquier
en mis adoquines de placard,
en mis parcelas de sala de estar.

Dibújame una sonrisa,
píntame los labios,
atiende mi corazón,
seca mis raíces.

Teñirte el ojo de gris,
amargando mis tardes
rojas por donde se las mire,
tenues por donde se las respire,
eternas por su estirpe.

Sacando y poniendo
nuevas reglas,
perfilando libres estepas
de sentidos adversos,
estúpido, necio.

Y tus botas,
militar,
tu uno, dos, uno, dos,
living room y run acción,
basta,
por favor te lo pido.

Siniestro brujo de mis bondades,
especial maestro de mis retorcidos,
mórbidos,
pensamientos.

Mi escuela
made in Inexistencia
teje polars en una esquina
de la avenida Estoicismo,
donde abunda la acefalía doméstica,
donde los perros corren
y los niños
lloran.
G.-

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